11 de mayo de 2008

CARTAS Pág.2

Pág.1 Pág.2 Pág.3


Carta de un soldado a su madre


Madre yo salí gozando

a mi patria defender,

siempre, su hijo Miguel,

noche y día batallando

a los moros atacando.


Al pie de su compañero

mi fusil era el primero,

mi machete es el segundo

pero de ser prisionero,

eso es lo peor del mundo.


Madre, yo voy a morir

yo misma muerte me doy

porque esto es mucho sufrir.

No puedo estar como estoy,

gozando ahí como mozo,

aquí triste calabozo

perdido y preso me veo.


Dígale usted a la Isabel,

la novia que quise tanto,

que ya no la vuelvo a ver,

que eche por mi muerte un llanto.

Adiós hermosa Isabel,

adiós hermoso lucero,

ya se despide de ti

este pobre prisionero.


Dios me trajo a este sendero

con tanta pena entre sí,

yo mi mano te ofrecí

y me pesa el conocerte

veo venir la muerte,

Isabel, pensando en ti.


No hay comentarios: